Crónica De Un Milagro

Aquella tarde soleada cuando fui al sanatorio para visitar a León Mizrahí, aficionado número uno del «equipo de las simpatías», Tip-Nac, promotor de boxeo y lucha libre; sabía que no me iba a reconocer porque tenía tres días que no hablaba ni comía, pero por lo menos, conversaríamos con doña Martita, su abnegada esposa. Con paso lento, recorrí calles y avenidas hasta llegar al sanatorio Cedros de Líbano, en la 8a. avenida de la zona 1.

Al empezar a subir las gradas que me conducirían al segundo piso, recordé sus momentos de gloria, cuando trajo a Guatemala a los mojares luchadores de México y boxeadores famosos para enfrentarlos entre sí o contra los más destacados guatemaltecos. Cuando llegué a la sala, doña Martita me recibió con lágrimas en los ojos y me dijo que León estaba en estado de coma.

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